En el corazón del invierno
se sumerge agotado
el camino de la vida
y se abre el de la muerte.
¡Bendita muerte que traes el descanso
al alma y al cuerpo!
¡Bendita muerte que podas
las ramas muertas
para que la vida brote de nuevo
con el júbilo de la primavera!
Wakô Dokushô, 2012
Tan crudo, como real y bello. La foto es muy representativa. Me encanta.
La realidad incluye la vida y la muerte. Cuando hay que morir se muere y el practicante avezado, no se inmuta. Apegarse a la vida humana es como apegarse a un riachuelo y olvidar el Océano que podemos descubrir tras la muerte.
Vendita vida y vendita muerte. El que conoce el TAO es feliz hasta un minuto antes de su muerte.